Critica: Dejar el mundo atrás, un sensacional thriller producido por Barack y Michelle Obama

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Para los amantes de la adaptación de novelas distópicas y mundos apocalípticos y sobre todo, adoradores del bendito streaming y de Netflix, llega esta cinta que no te debes perder: Dejar el mundo atrás.

Adaptado por el guionista y director Sam Esmail (Mr. Robot) de la aclamada novela de Rumaan Alam, este thriller psicológico apocalíptico es ingenioso, vigorizante y sombrío e inmensamente divertido.

Producida por Barack y Michelle Obama, Dejar el mundo atrás es una película espectacular: un drama de acción provocativo y magníficamente interpretado que combina una gran ambición y espectáculo con el humor suficiente para suavizar todo el escenario de crisis del fin de la civilización.

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¿De qué se trata Dejar el mundo atrás?

En este thriller apocalíptico del galardonado guionista y director Sam Esmail (Mr. Robot), Amanda (la ganadora del Óscar, Julia Roberts) y su esposo Clay (el nominado al Oscar Ethan Hawke) alquilan una lujosa propiedad para pasar un fin de semana tranquilo con sus hijos, Archie (Charlie Evans) y Rose (Farrah Mackenzie).

Pero la escapada familiar se ve interrumpida cuando dos desconocidos, que se presentan como G. H. (el ganador del Oscar, Mahershala Ali) y su hija Ruth (Myha’la), llegan en medio de la noche, alertan sobre un misterioso ciberataque y pretenden refugiarse allí, porque dicen que esa es su casa. Ambas familias deben lidiar con la inminente crisis a su manera, mientras luchan por encontrar un lugar en un mundo que se derrumba.

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Con puntos altos que son agudos y puntos bajos que no tienen sentido, Dejar el mundo atrás nunca deja de ser entretenida. A través de las conversaciones de las familias sobre sus vidas y su trabajo, Esmail aborda una enorme variedad de males sociales que van desde inconvenientes del primer mundo hasta amenazas catastróficas. Parece disfrutar el hecho de que el inminente fin del mundo lo exime de la obligación de concluir cualquier historia, pero su ambición es genuinamente admirable.

En teoría, por su temática y su tratamiento, Dejar el mundo atrás debería ubicarse en una zona intermedia entre el cine de M. Night Shyamalan y el de Jordan Peele. En la práctica, al menos según el creador de MR. Robot, Sam Esmail, ese punto medio es una combinación un tanto incómoda e irregularmente efectiva entre un thriller post-apocalíptico y un drama humano con temática racial. Un film que genera muchísimos climas enrarecidos pero que funciona de a ratos, víctima de su propia incierta lógica.

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