Crítica, Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones

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Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones

Durante la presentación de “Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones” en el Festival de Cine SXSW los creadores enfatizaron que “hicieron esta película para todos”, lo cual expresa la idea tácita de que existe la preocupación de que la película no llegue más allá del grupo demográfico de personas que alguna vez jugaron o siguen jugando el conocido juego de rol.

Seguramente los productores están deseosos de que su filme se convierta en un éxito sin precedentes como “The Last of Us” que cautivó, incluso, a aquellos que nunca han jugado o que ni siquiera conocían el videjuego. La pregunta salta al aire: ¿cómo responderán los fanáticos de Dungeons & Dragons a esta costosa incursión relacionada con su juego de rol favorito? Paramount ha lanzado los dados y espera que la suerte le sonría con los números en la taquilla.

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¿De qué va Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones?

Los coguionistas/directores Jonathan Goldstein y John Francis Daley y el coguionista Michael Gilio intentan recrear la estructura del juego en un guion que parece que de pronto se fue inventando a medida que avanza.

No cabe duda de que es una forma ambiciosa de abordar una película de fantasía, pero el problema es que genera escenas que por momentos pierden el hilo y se aprecian forzadas.

Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones transcurre entre múltiples escenas de acción, comentarios cómicos y todos esos ingredientes que uno podría esperar de una cinta de este tipo. Desde un principio, el filme nos recuerda el tono de “equipo heterogéneo de salvadores” de “Guardianes de la Galaxia” y también, desde un inicio, se percibe la idea de que creadores quisieran demostrarle a todo el mundo que les encanta el juego y que no les interesa mostrarlo de una forma más abierta, para quienes no estamos muy empapados con “Calabozos y Dragones”.

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Chris Pine interpreta a Edgin Darvis, un ex miembro de un grupo llamado Harpers. Después de que su esposa es asesinada por un grupo conocido como los Magos Rojos, Edgin intenta ejecutar un atraco para recuperar un objeto que puede devolverle la vida, pero es traicionado y encarcelado con su mejor amiga Holga Kilgore (Michelle Rodríguez), una estoica mujer guerrera.

La pareja escapa y descubre que la hija de Edgin, Kira (Chloe Coleman), ha sido engañada y mintió por el antiguo aliado de su equipo, Forge Fitzwilliam (Hugh Grant). El personaje traicionó a Edgin y al equipo de varias maneras, incluida la asociación con un mago rojo vicioso llamado Sofina (Daisy Head).

Edgin y Holga tienen varias misiones en este filme: salvar a Kira, vengarse de Forge, detener a los Magos Rojos y tal vez encontrar algo de botín en el camino.

La misión los reunirá con un mago inseguro llamado Simon (Justice Smith), un druida que cambia de forma llamado Doric (Sophia Lillis) y un encantador paladín llamado Xenk (Regé-Jean Page).

Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones

Un grupo heterogéneo de héroes en un mundo de fantasía

Al igual que cualquier película del género, cada uno de estos personajes aporta diferentes conjuntos de habilidades que el grupo necesitará para lograr sus objetivos. Al mismo tiempo, los escritores se tomaron la molestia de salpicar la película con obstáculos extraños para que el grupo los supere, incluida una secuencia que involucra algunos enemigos no muertos y un simpático dragón gordito oculto en una mazmorra.

Como no podía ser de otra forma, la película está llena de referencias a D&D, aunque muchas de ellas sonarán profundas para los no jugadores que pueden ver más paralelismos con películas como “El Señor de los Anillos” o “The Witcher”. Es una película rica en términos de fantasía con un interés genuino en la tradición de Dungeons & Dragons que puede ser suficiente para algunas personas. Pero ¿qué pasa con todos los demás?

Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones

Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones funciona muy bien cuando se enfoca en la acción y los efectos especiales (cuenta con múltiples secuencias creadas con CGI), sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, le falta mucho con respecto al diseño de los escenarios. La ciudad de Forge, por ejemplo, parece un escenario de videojuego de fantasía genérico.

No obstante, si te gustan las películas de “capa y espada” y estás familiarizado con el juego de rol, definitivamente tienes que ir al cine a ver esta película.

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