Crítica: Mar de Sangre, la nueva película de tiburones de Netflix
Con Megalodon 2 aun dominando la taquilla en México, Netflix no se quiso quedar atrás y estrenó Mar de Sangre, una película con mares azules, un grupo de atolondrados jóvenes y un hambriento tiburón blanco dispuesto a obtener su almuerzo a toda costa.
Desde el estreno de la legendaria “Jaws” en 1975, las películas basadas en escualos han despertado un gran interés en los cinéfilos que gozan viendo los filmes de estos animales que ya habitaban los océanos, mucho antes de que el primer ser humano caminara sobre la faz de la tierra.
¿De qué va Mar de Sangre?
Siempre que veo una de estas películas vienen a mi mente las palabras que Trish Jenner (Gina Phillips) le dice a su hermano Darry Jenner (Justin Long) en la cinta Jeepers Creepers, justo antes de que el chavo se ponga a investigar en aquel tenebroso túnel de la iglesia abandonada:
“You know, the part in scary movies when somebody does something stupid, and everybody hates it.”
En Mar de Sangre, un grupo de jóvenes se encuentra de vacaciones en algún lugar de México, (presumiblemente en San José del Cabo, Baja California) cuando, justo un día antes de regresar a casa, deciden ponerle sabor al día robando unas motos acuáticas y lanzándose hacia mar abierto para navegar a toda velocidad y realizar locas acrobacias.
Todo es carcajadas y emoción hasta que, una falla en los cálculos provoca que ambas motos acuáticas se impacten espectacularmente. ¿El resultado? Una moto acuática completamente inservible, uno de los muchachones con una pierna fracturada (con todo y hueso expuesto) y a cuatro jóvenes restantes aterrorizados cuando descubren, con horror, que su travesura los llevó muy lejos de la costa.
Si has visto algunas películas de tiburones es fácil saber lo que viene. Un solitario tiburón blanco brinca a escena, atraído por el olor de la sangre de la pierna fracturada y comienza a merodear a los chavos, a sabiendas de que el desayuno pronto estará servido.
La trama de la película es medio obvia (pero no por eso menos emocionante) y, por lo tanto, te va dejando entrever quién será la primera víctima del escualo y quién será el sobreviviente de la aventura.
Lo mejor y lo no tan bueno
Siendo sinceros, cuando le di clic al promocional de Shark Bait (título de la película en inglés), me esperaba una película tipo B, con un CGI bastante mediocre, actuaciones malas y cosas por el estilo.
Afortunadamente me equivoqué.
Esta peli cuenta con un CGI bastante decente (excepto por algunas contadas escenas), clips de tiburones reales, buenas actuaciones y, en general, un buen argumento, excepto por algunos detalles que se le barrieron al director James Nunn, como… (alerta de spoiler) explicarnos un poco mejor de dónde salió el cadáver flotante.
Si eres fan de este tipo de películas, Mar de Sangre no te va a decepcionar, no por nada es una de las diez películas más vistas en Netflix actualmente.
Además, a diferencia de otros filmes de escualos, en esta movie el tiburón no es humanizado por el guion, lo cual, en otros casos, ha resultado en escenas muy jaladas de los pelos.
Bajo la dirección de Nunn tenemos a algunos actores y actrices poco conocidos, entre ellos a Holly Earl, Catherine Hannay, Jack Trueman y Malachi Pullar-L.
Antes de despedirnos, un dato curioso: Mar de Sangre no se filmó en Baja California, México, sino en Malta, allá, en el continente europeo.
Emprendedor, empresario, fan del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres
