De Hollywood a México: El fascinante origen de los autocinemas
Para esos cinéfilos nostálgicos te queremos hablar sobre lo que hace años era ver una película a bordo de tu automóvil, veamos el contexto: Los autocinemas son una forma de cine que consta de una gran pantalla al aire libre, un proyector, un puesto de venta y una amplia zona de aparcamiento para coches. La pantalla puede ser tan simple como una pared pintada de blanco o más compleja, como una estructura de acero. El autocinema impulsaba la cinefília desde la privacidad de tu auto.
En esta zona, los clientes pueden ver las películas desde la intimidad y la comodidad de sus coches. Algunos autocinemas tienen pequeñas zonas de juego para los niños y algunas mesas o bancos para hacer un improvisado día de campo.
Debido al carácter al aire libre del visionado de películas en el autocinema o autocine, suelen ser proyectadas durante las tardes o las noches cuando está suficientemente oscuro para ver la pantalla adecuadamente.
El boom en las décadas de los 50 y los 60
Originalmente, el sonido de la película se proporcionaba mediante altavoces en la pantalla y, más tarde, mediante altavoces individuales colgados de la ventanilla de cada coche, que se sujetaban con un cable
La máxima popularidad del autocinema en los Estados Unidos llegó a finales de 1950 y comienzos de 1960, en particular en las zonas rurales, con unos 4,000 autocines en todo el país, pasando a ser un símbolo del ‘American Way of Life’. En el caso de familias con bebés o niños pequeños, el autocine les permitía cuidarlos mientras veían la película, mientras que los adolescentes con automóvil los consideraban ideales para sus citas.
En la década de 1950, la mayor privacidad que el autocine ofrecía a los clientes les dio la reputación de ser inmorales, y fueron etiquetados como “pozos de pasión” en los medios de comunicación
Con el tiempo, la economía de bienes raíces hizo que las áreas de grandes propiedades fueran cada vez más costosas para los autocines. La tierra se hizo demasiado valiosa para las empresas de autocines, que en la mayoría de los casos fueron de verano solamente. La adopción generalizada del horario de verano restaba una hora de tiempo al aire libre para el visionado nocturno. Entre estos cambios y la aparición de televisores en color, reproductores de video y alquiler de películas de video condujo a una fuerte disminución en la popularidad de los autocines. El negocio en sí mismo con un autocine estaba sujeto a los caprichos de la naturaleza como las inclemencias del tiempo, lo que daba lugar a menudo a cancelaciones.
Entre fines de la década de los 90 e inicios de la década del 2000 sobrevino una nueva oleada de aperturas, el abandono de formatos de distribución física a digital durante la década de 2010 también ha afectado a los autocinemas debido al hecho de que se requiere una mayor potencia de iluminación debido a la contaminación lumínica.
Durante la pandemia de COVID-19, los autocines volvieron a resurgir como una alternativa a los cines convencionales y registraron un aumento inesperado de asistencia en los Estados Unidos y en varios países del mundo. Ya que, a diferencia de los cines convencionales con salas interiores cerradas debido a las restricciones y el distanciamiento físico, a estos se les permitía funcionar. Debido a ello, en muchas regiones donde el autocine ya había disminuido e inclusive desaparecido, el boom resurgió con fuerza.
¿Y cómo eran los autocinemas en México?
En México los precios de los autocinemas eran accesibles para las familias, quienes podían disfrutar tanto de películas nacionales como extranjeras. Hubo una época en la que los autocinemas abundaban en todo el territorio nacional.
Su declive llegó por las mismas causas que en los otros países donde estaban presentes, entre ellas el incremento de precio o renta de los terrenos, así como la aparición y desarrollo de nuevas tecnologías, la suma de estos factores provocó que estos recintos desaparecieran durante la década de los 80.
Durante el 2012, un grupo de jóvenes mexicanos consumó la apertura de un autocine con el concepto de los años 50 pero, utilizando tecnología actual. Hablamos del autocinema Coyote, que muy pronto dio paso a una nueva era en este formato de cines. Hoy en día, en CDMX y otros estados de la República Mexicana es posible disfrutar nuevamente de esta experiencia en sitios como el Autocinema Coyote, Auto Drive Cinema Miramontes, Autocinema Aire Libre Coyoacan y Drive Cinema, entre otros.
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Cinéfilo empedernido y amante de las películas, quien cree que estas deben de apreciarse en una sala cinematográfica (aunque también disfruta del bendito streaming). Director del sitio web estilo 8ymedio (plataforma dedicada al cine). Locutor de la estación de radio Irreversibleradio, donde en su programa Cine y Palomitas gusta de comentar su pasión cinéfila y hablar de estrenos y noticias al respecto. A muy temprana edad descubrió que el cine es un estilo de vida y una manera de crecer. Ha dado clases y trabajado en la Cineteca Nacional, en el Cinematógrafo del Chopo, en el INBA y en el Film Club Café. Cinéfago insaciable quien gusta de ver maratones de películas una y otra vez y sobre todo, comentarlas con quienes gustan de esta afición.