Llegó a Netflix, Ruido, una película que muestra el sufrimiento y el camino de cientos de familias mexicanas que tienen familiares desaparecidos. La impunidad, mediocridad y desinterés de las autoridades vista desde la perspectiva de una madre.

¿De qué va Ruido?

Julia busca a su hija, una joven de 25 años que lleva nueve meses desaparecida. Al no recibir noticias y apoyo por parte de la fiscalía, emprende su propia búsqueda junto a Abril, una madre y periodista que la acompaña durante todo el proceso.

En el camino se encontrará con decenas de madres que como ella buscan a sus familiares vivos, en fosas y refugios.

Crítica, Ruido, la triste historia de las madres mexicanas

Ruido es el reciente estreno de Netflix, una película que relata el día a día en México. Mujeres desaparecidas, familias desesperadas, autoridades corruptas, redes de delincuencia protegidas y carpetas de investigación olvidadas.

Precisamente lo que busca hacer este filme es ruido, en un país donde los periodistas son silenciados, los colectivos amenazados y las mujeres son subestimadas, Beristain encontró un medio más para dar a conocer estas historias, ponerles rostro a las víctimas y demostrar que ese ruido es el que falta, que cada pared pintada, cada foto y cada nombre merece importancia.

Julieta Egurrola da vida a Julieta, en una actuación entrañable que nos hace sentir la angustia y sufrimiento de su personaje y su lucha por encontrar al menos un cuerpo o indicio.

Un medio para alzar la voz

Ruido une a madre e hija en un mismo proyecto, contando más que una ficción, aprovechan su plataforma para dar voz al colectivo Voz Y Dignidad Por Los Nuestros SLP, un colectivo real de familias haciendo lo que hoy es parte de su rutina, buscar los restos de madres, padres, hijos y hermanos, con la esperanza ya no de encontrarlos vivos, sino de encontrar un cuerpo al cual enterrar por ellos mismos. Familias enteras que se dedican a hacer el trabajo de un gobierno precario.

Esta película es la perfecta respuesta a quienes piden nuevos rostros e historias en el cine mexicano, a aquellos que por años han pedido un alto a la comedia mediocre. No es la primera vez que Netflix presta su plataforma para contar estas realidades, ejemplo de ello es el documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, donde también muestran el movimiento feminista desde una perspectiva distinta a lo que vemos en medios tradicionales. Una red de contención, apoyo y sororidad donde la única manera de hacer que volteen a ver lo que pasa es hacer ruido sin importar el medio y los recursos, en esta ocasión el medio fue una película de ficción, porque sí, no podemos olvidar que es ficción, en la vida real es mucho más cruel y cruda de lo que vemos en pantalla.

Ruido no descubre el hilo negro, muestra el hilo rojo de una red de crimen que aterroriza al país desde hace más de una década. Es el ejemplo perfecto de por qué se necesitan más mujeres en la industria, más aliados, y menos productoras que sólo piensen en los números de una taquilla.

El discurso final y la musicalización que acompaña a los créditos es el cierre perfecto, una advertencia de que este ruido no es más que la respuesta a la ola de violencia que han permitido las autoridades. Es un grito desesperado para que sepan que nosotros no olvidamos, que nosotros no damos carpetazos, que cada nombre de esa lista está presente en la memoria colectiva.